El fenómeno del consumismo empezó a emerger, se popularizaron las televisiones, los electrodomésticos, se multiplicaron las hamburgueserías (naciendo el fast-food), el cine en las salas o al aire libre (el drive-in movie del que ya hablé en una entrada anterior).
Entre los jóvenes existían las pandillas que disputaban carreras de coches en busca del liderazgo, los bailes de fin de curso y los primeros escarceos amorosos.
Todos estos ingredientes me llevan a pensar en Grease (que no me cansaré de ver una y otra vez). Fantástico musical centrado en los años 50 que recoge todos los tópicos posibles de la juventud de aquella época: jóvenes con ganas de divertirse, descapotables, rock&roll, pandillas, hamburguesas y batidos, etc...
Para los amantes de esta década, Grease tiene todas las claves para hacerles disfrutar de la cultura juvenil de entonces.
Las historias se enlazan muy bien con las canciones y números musicales, que sin duda, forman una banda sonora inolvidable (y de las mejores en cuanto a musicales) con exitazos como "Summer Nights" o "Greased Lightning" que hacen mover el esqueleto hasta al más tímido.
Una película que siempre quedará en la mente de los aficionados a los musicales, recordando la historia de amor entre el rebelde Danny Zuko (John Travolta) y la cándida Sandy Olsson (Olivia Newton-John).
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